Mientras me llevaba una copa de este vino a la boca, una melodía no paraba de sonar en mi cabeza:
Un no parar, cada sorbo, bendita merlot francesa, bordelesa. En los altares lo sitúo y si no que se me lleve el viento.
Os dejo la foto del vino y tomad buena nota si podéis haceros con una botella. La otra que tengo reposará unos años en el armario, esperando afinarse.
viernes, 11 de mayo de 2012
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