En eso de cumplir los años no todo el mundo lo soporta de la misma manera. Hasta los veinte parece que te hace ilusión el ir acumulando fiestas de aniversario porque a cada una sucede una nueva experiencia a cuál más excitante, si cabe, que la anterior. Pero a medida que uno se va haciendo maduro y se agranda el grueso de la epidermis amén de la calvicie que pasa de incipiente a reflejar el astro solar en todo su esplendor a las doce del mediodía, sin hablar de otros percances aún más lamentables que nos recuerdan constantemente que muerto tenemos el IPC..., llega el momento de pararse a reflexionar.
Ya tengo unos muchos conocidos, unos cuantos amigos y unos pocos íntimos que van llegando a la cuarentena, más mental que física en algunos casos pero evidente de todas formas. Me refiero a la cuarentena de soplar 40 velas, no a esa cuarentena forzada tras gestar descendencia.
Así, burla burlando el tiempo, se acumula cada vez más trasto inútil en ese contenedor intangible que llevamos dentro cada uno de nosotros en lo más recóndito de nuestra mente, la experiencia. Sabiduría, vivencias, sensaciones vividas, escarceos con el conocimiento en carne propia van escribiendo cada capítulo de nuestro serial y poco a poco vemos que aunque lo que nos queda por recorrer es mucho lo andado es infinito.
Pero no todo van a ser lamentaciones. Si hay algo bueno en celebrar el fin de una etapa y el comienzo de otra es en la reunión que se convoca, propiciada por el protagonista del calendario y patrón de los festejos, paladín de este Blog y fiel escudero en mil y una batallas vividas a la sombra de una cepa.
Que ‘cepan todos’ que la ocasión la pintan calva y el artista que hay escondido bajo la corteza de matemático hizo gala de sus mejores virtudes. Cinco vinos, no los mejores ni los más caros, pero sí los más acertados y conjuntados. Maridaje incluido, este es el relato de una velada con una sinfonía compuesta y dirigida por nuestro buen amigo y tocayo Carlos González.

Pierre Moncuit Cuvée Millesimée 1999
Un buen comienzo de Le Mesnil-Sur-Oger. Mineralidad acusada con muy buena acidez y una mantequilla muy suave envolviendo un conjunto de flores de azahar y jazmines. Perfecto para limpiar el paladar y afinar los sentidos. La Chardonnay es la reina y protagonista de la fiesta.
Pierre Peters Cuvée Spécial Les Chétillons 2000
Otro Blanc de Blancs que ya nos ha cautivado y poco vamos a descubrirle a una de las “joyas de la corona” de la zona champañera que más satisfacciones ha dado a los blogueros de esta casa. Un carbónico de lo más armónico perfuma el paladar con notas de granito tamizadas por una mantequilla muy ligera. Al rato aparecen los orejones y un suave rastro de levadura algo amarga que hace las veces de papel secante. Su efecto persiste aún después de sorber la última gota.
Corullón 2000 Descendientes de J.Palacios
Había expectación por este espécimen del Bierzo. Es el último de su estirpe, pues este año aglutinaba un poco de aquí y otro poco de allá los frutos de pagos tan conocidos como Las Lamas, Moncerbal y La Faraona que tuvieron vida propia años después.
La primera impresión es que nos encontramos con un vino atlántico y la segunda es un destilar balsámico muy característico de la Mencía. Una pastilla juanola con licor de frambuesa sería una afirmación en la que todos estaríamos de acuerdo. Un ligero perfume de colonia se confunde con un final amargo y herbaceo. Sensación de plenitud y recorrido muy carnoso con final explosivo.
Pommard Les Pézerolles 1º Cru Contrôlée 1999 de la factoría de los irreductibles Montille.
Sin duda Monsieur Hubert enarbola el estandarte de la tradición en el señorío de Volnay. El “savoir faire” de muchas generaciones y una añada estupenda contribuyen a valorar positivamente este producto de la Borgoña. No apto para no iniciados es un vino que se bebe solo y con austeridad absoluta para mejor entendimiento de la Pinot Noir en su contexto. Tampoco es la Tâche -que algún día probaremos si nos toca la lotería- pero algo me dice que vamos por buen camino.
¡Ojo! Digo eso para disfrutarlo en su plenitud… Es lo más parecido a una esponja que recoge el filtrado de la arcilla y el manto vegetal que la envuelve. Un olor a húmedo y reducido transmite una primera impresión herbácea que poco a poco se va atemperando. Notas más maduras hacen su entrada como clarines lejanos que van dando cuerpo a la orquesta. Una sensación salina ya es perceptible en boca y los chocolates palpitan su lado amargo. Como buen Borgoña no tiene traca final sino que su recuerdo marchita poco a poco dejando un poso de suave tabaco y deliciosa compota.
¡Qué lástima! Se acabó.
Fritz Haag Juffer Sonnenuhr Auslese GK 1995
La bomba. Azucar residual: 81gr./l. Acidez: 9gr./l. Alcohol: 7% vol. Decantación: 8 horas.
No se entiende la excepcionalidad de la cosecha de 1995 en Mittel Mosel hasta que no se cata este riesling del pago de Sonnenuhr. Una ligera brisa a hidrocarburo “del bueno” emana de la botella y de la copa. Sensación de beber jalea real y un limón exprimido, todo, al mismo tiempo. Una mineralidad no exenta de matices florales armoniza el conjunto. La lengua va captando simultáneamente de un lado a otro diferentes registros, pasando de sensaciones dulces a una acidez extrema al unísono, casi sin ningún control. El “placer” es inmenso y la virtud muy poca y casi sin darnos cuenta llegamos al final del camino.
Con la copa vacía alzo la voz y digo: ¡Por muchos años amigo y que cumplas muchos más!
Ya tengo unos muchos conocidos, unos cuantos amigos y unos pocos íntimos que van llegando a la cuarentena, más mental que física en algunos casos pero evidente de todas formas. Me refiero a la cuarentena de soplar 40 velas, no a esa cuarentena forzada tras gestar descendencia.
Así, burla burlando el tiempo, se acumula cada vez más trasto inútil en ese contenedor intangible que llevamos dentro cada uno de nosotros en lo más recóndito de nuestra mente, la experiencia. Sabiduría, vivencias, sensaciones vividas, escarceos con el conocimiento en carne propia van escribiendo cada capítulo de nuestro serial y poco a poco vemos que aunque lo que nos queda por recorrer es mucho lo andado es infinito.
Pero no todo van a ser lamentaciones. Si hay algo bueno en celebrar el fin de una etapa y el comienzo de otra es en la reunión que se convoca, propiciada por el protagonista del calendario y patrón de los festejos, paladín de este Blog y fiel escudero en mil y una batallas vividas a la sombra de una cepa.
Que ‘cepan todos’ que la ocasión la pintan calva y el artista que hay escondido bajo la corteza de matemático hizo gala de sus mejores virtudes. Cinco vinos, no los mejores ni los más caros, pero sí los más acertados y conjuntados. Maridaje incluido, este es el relato de una velada con una sinfonía compuesta y dirigida por nuestro buen amigo y tocayo Carlos González.

Pierre Moncuit Cuvée Millesimée 1999
Un buen comienzo de Le Mesnil-Sur-Oger. Mineralidad acusada con muy buena acidez y una mantequilla muy suave envolviendo un conjunto de flores de azahar y jazmines. Perfecto para limpiar el paladar y afinar los sentidos. La Chardonnay es la reina y protagonista de la fiesta.
Pierre Peters Cuvée Spécial Les Chétillons 2000
Otro Blanc de Blancs que ya nos ha cautivado y poco vamos a descubrirle a una de las “joyas de la corona” de la zona champañera que más satisfacciones ha dado a los blogueros de esta casa. Un carbónico de lo más armónico perfuma el paladar con notas de granito tamizadas por una mantequilla muy ligera. Al rato aparecen los orejones y un suave rastro de levadura algo amarga que hace las veces de papel secante. Su efecto persiste aún después de sorber la última gota.
Corullón 2000 Descendientes de J.Palacios
Había expectación por este espécimen del Bierzo. Es el último de su estirpe, pues este año aglutinaba un poco de aquí y otro poco de allá los frutos de pagos tan conocidos como Las Lamas, Moncerbal y La Faraona que tuvieron vida propia años después.
La primera impresión es que nos encontramos con un vino atlántico y la segunda es un destilar balsámico muy característico de la Mencía. Una pastilla juanola con licor de frambuesa sería una afirmación en la que todos estaríamos de acuerdo. Un ligero perfume de colonia se confunde con un final amargo y herbaceo. Sensación de plenitud y recorrido muy carnoso con final explosivo.
Pommard Les Pézerolles 1º Cru Contrôlée 1999 de la factoría de los irreductibles Montille.
Sin duda Monsieur Hubert enarbola el estandarte de la tradición en el señorío de Volnay. El “savoir faire” de muchas generaciones y una añada estupenda contribuyen a valorar positivamente este producto de la Borgoña. No apto para no iniciados es un vino que se bebe solo y con austeridad absoluta para mejor entendimiento de la Pinot Noir en su contexto. Tampoco es la Tâche -que algún día probaremos si nos toca la lotería- pero algo me dice que vamos por buen camino.
¡Ojo! Digo eso para disfrutarlo en su plenitud… Es lo más parecido a una esponja que recoge el filtrado de la arcilla y el manto vegetal que la envuelve. Un olor a húmedo y reducido transmite una primera impresión herbácea que poco a poco se va atemperando. Notas más maduras hacen su entrada como clarines lejanos que van dando cuerpo a la orquesta. Una sensación salina ya es perceptible en boca y los chocolates palpitan su lado amargo. Como buen Borgoña no tiene traca final sino que su recuerdo marchita poco a poco dejando un poso de suave tabaco y deliciosa compota.
¡Qué lástima! Se acabó.
Fritz Haag Juffer Sonnenuhr Auslese GK 1995
La bomba. Azucar residual: 81gr./l. Acidez: 9gr./l. Alcohol: 7% vol. Decantación: 8 horas.
No se entiende la excepcionalidad de la cosecha de 1995 en Mittel Mosel hasta que no se cata este riesling del pago de Sonnenuhr. Una ligera brisa a hidrocarburo “del bueno” emana de la botella y de la copa. Sensación de beber jalea real y un limón exprimido, todo, al mismo tiempo. Una mineralidad no exenta de matices florales armoniza el conjunto. La lengua va captando simultáneamente de un lado a otro diferentes registros, pasando de sensaciones dulces a una acidez extrema al unísono, casi sin ningún control. El “placer” es inmenso y la virtud muy poca y casi sin darnos cuenta llegamos al final del camino.
Con la copa vacía alzo la voz y digo: ¡Por muchos años amigo y que cumplas muchos más!
28 comentarios:
Pues muchas felicidades. Parece una gran fiesta con muy buenos vinos. mmm un Haag de esos ha de estar bien rico.
Saludos
Olaf
Gracias Olaf por la parte que me toca.Aunque debería responderte el "ojomeneado".
El Haag estuvo de 9.5 por mi parte.La guinda del pastel.
Además fue la mejor transición entre vinos desde hace mucho tiempo, con una harmonía y conjunción sobresalientes.
Saludos.
C.P.
Felicidades Carlos.
Ya estas en edad de cuidarte y vamos que si lo haces, haceis.
Felicidade "chaval"... jejeje
Un abrazo!
Permitidme en primer lugar expresar mi agradecimiento al hacedor de este post, Carlos Palahí:gracias majo, qué bien escribes abuelo!.
Gracias Olaf y David por vuestras felicitaciones. El Haag estuvo fantástico y el resto muy bien.
Compi José, gracias tambien a ti, chaval dices....jajaja.
Intentammos cuidarnos siempre en buena compañía.
Gracias a todos
Muchsisimas felicidades Carlos, tes yn bebe todavia...
Muchas gracias Sibaritas....y por supuesto que soy un bebé,algo crecidito pero por ahí ando, ;)
Saludos
Amigo Carlos...como me vuelvas a llamar abuelo te envío a..:-(
Chaval tu cuarenta cumpleaños podría pasar sin pena ni gloria si no fuera por esa maravillosa cata.
Espero que cumplas bastantes más para volver a celebrarlo.
Un abrazo.
Jajaja...bueno quien se pica ajos come, jajaja.
Nada, en 10 años nos volvemos a reunir,que ya tengo ganas, o mejor nos reunimos con cualquier pretexto y dejamos de cumplir años, no?
Un abrazo
Por cierto, justo sería apremiar al poseedor de tan utilizado enogaraje de cónclaves y festejos para que nos deleitara con alguna palabras que apuntillen la tan cacareada fiesta de aniversario.He dicho.
Slts.
C.P.
Yo me quedo con la sensación de haber hecho una cata perfectamente estructurada, pocas veces, sobretodo ultimamente, damos así en el clavo.
Creo que hubo dos vinos que aceptaron de buen gusto ser gregarios de los verdaderos líderes del día: Pierre Moncuit introdujo a su tocayo (pero Peters de apellido), lo mismo que el buen Corullón aupó a la gloria al borgoñón de Montille.
Aparte come el Fritz Haag, solito se basta para ganar cualquier carrera, sea de fondo o no...
Saludos
OG
PD: Felicidades Carlitos, esperamos ansiosos los 50.
Exacto, Oscar, esos dos vinos fueron elegidos como introducción a lo que venía a continuación. Sin desmerecer creo yo ninguno de ellos,sorprendieron por su calidad,indiscutible opino, pero a distancia de los "jefes". Aún así me siento satisfecho de haberlos elegidos por su calidad, ese Corullón que tanto te sorprendió, no?.
Mención especial a ti, ya que aportaste espacio y pudiste realizar lo que te pedí, preparar los vinos en frío y decantación,para que estuvieran en su punto.
Gracias como siempre
felicidades
ya ya se que siempre voy a destiempo
si no fuera po la incipiente calva yo solo te hubiera puesto 35...
jeje
Haberlas haylas
d.
menos da una piedra, d. jajajaja
Un beso.
C.
Muchas felicidades, Carlos. Debeis haberlo pasado de escándalo y ese Fritz Haag debe ser un caramelo digno de probar.
Salud y a por muchos más!!
Vaya Smiorgan, muchísimas gracias, que vosotros lo veáis aunque sea virtualmente.
La cápsula dorada es para comer aparte, la verdad. Aunque el Montille estaba de lujo.
Un saludo
Felicidades compi por entrar en el maravilloso mundo de los cuarentones. Todo un acierto los vinazos de la cata, puedo dar fe de ello, me quedo con la traca final!!
Un abrazo.
Vicente.
Vicente, sin vosotros esto no sería posible. No el cumplir años,jajaja, me refiero al disfrute de los vinos. De qué sirve abrirte semejantes botellas si no es con buena gente que te hace disfrutar?. Lo demás son tonterias. Ya estoy pensando en los vinos del 50 aniv. vaya que sí!.
La escoba ya se hace necesaria para barrer tanto cumplido..ja,ja.
P.D.Un petó a d. de c.
Envidioso! ya te llegará tu momento de gloria...ja ja ja.
Per molts anys!! Ya me estubo contando Oscar la catilla de tu 40 aniversario, menudas perlas!! Que buena pinta ese Corullón, mmmm.
Salut.
Gràcies noi! Si que estuvo bien la catita la verdad.
Todo sea por la causa;)
Salut!
Felicidades Carlos!!!
A mí me faltan todavía 2 y ya tengo pensados los vinos para el gran día...
¿Nos vemos el Lunes en la cata?
Saludos,
Eugenio.
Gracias Eugenio. Lamentablemente,por trabajo, no me será posible ir a lo del lunes. Totalmente imposible y me doy de cabezazos porque estaba muy ilusionado por esa vertical en particular.
En otra ocasión será y pasadlo bien ese día.
Saludos
Bueno...un servidor y el propietario del enogarage SÍ que vamos a la susodicha cata organizada por Vinialia.
Ya tendremos ocasión de explicar la "crónica" del suceso.
Un saludo.
C.P.
Carlos,
felicidades, te puedo asegurar que aún no habiendo celebrado la noche, allí en el Tirol me acordé de vosotros y celebro con mucho placer que lo que estuvimos tramando meses atrás, con mails, consultas, analíticas, comentarios de añada y otras tantas historias. Con mucho placer se hace todo eso cuando ves que ha servido para celebrarlo y disfrutarlo.
Felicidades amigo, por muchos años!
Herr, todo lo que se hace con cariño y planificación si sale bien resulta doblemente satisfactorio. Gracias a ti por el ofrecimiento.
Que disfruteis el lunes ;)
Salut i gràcies Lluís.
Carlos,
te echaremos en falta, en serio.
Saludos.
Publicar un comentario