Grandes amantes y devotos de la riesling alemana, piensen en una posible lista:
Dönnhoff Brücke Eiswein Tonel 19 GK 2002…800 euros.
Egon Müller Scharzhofberger Auslese 1994… 650 euros.
Fritz Haag Juffer Sonnenuhr BA 2000…350 euros..
Georg Breuer Schlossberg TBA 2005… 550 euros.
Heymann Löweinstein Rottgen TBA 2005 (3/8)…300 euros.
Imaginen el desembolso, el amor que pueda sentir aquel que decide pagar lo que le piden para conseguir cualquiera de los vinos anteriores o cualquier otro que aparezca en otra lista. Se aconseja no abrir cualquiera de los anteriores antes de 20 o 30 años, algunos se anuncian eternos en evolución, acidez y carga de azúcar residual, que si BLA, BLA o REBLÁ.
Egon Müller Scharzhofberger Auslese 1994… 650 euros.
Fritz Haag Juffer Sonnenuhr BA 2000…350 euros..
Georg Breuer Schlossberg TBA 2005… 550 euros.
Heymann Löweinstein Rottgen TBA 2005 (3/8)…300 euros.
Imaginen el desembolso, el amor que pueda sentir aquel que decide pagar lo que le piden para conseguir cualquiera de los vinos anteriores o cualquier otro que aparezca en otra lista. Se aconseja no abrir cualquiera de los anteriores antes de 20 o 30 años, algunos se anuncian eternos en evolución, acidez y carga de azúcar residual, que si BLA, BLA o REBLÁ.
Llegado el momento se piensa en el tiempo de decantación, combinación de la acidez procedente de los datos técnicos, azúcar estimado existente, productor, pago, experiencias anteriores…etc…pero en lo que no se suele pensar es en el CORCHO.
El corcho natural hasta ahora ha sido el perfecto aliado del vino y del comprador que deposita sus esperanzas en ver que el paso del tiempo y la calidad del corcho juegan a nuestro favor. La porosidad, la elasticidad, la procedencia y el tamaño del corcho son factores a tener en cuenta en según qué vinos. Cuando compro un vino del año o un crianza a consumir en menos de 5 años no pienso en él, de hecho casi nunca pienso en el corcho hasta que me encuentro con uno de calidad y en los euros que se ha gastado el productor pensando en su producto final.
Dicen por ahí que la edad estimada del producto en cuestión raramente supera los 25 años en perfecto estado dentro de la botella. También se dice que es normal que haya pérdidas en los dulces alemanes y que no hay razón para preocuparse cuando atesoramos una de esas botellas con el cuello florecido por la pérdida o similar.
La diva lo puede todo o casi. Deben saber que los que escribimos en este espacio llevamos descorchadas una gran cantidad de botellas rhin. Qué potencial que tiene el auslese de Egon, abrirlo antes de 20 años sería un crimen, INFANTICIDIO se suele llamar. Y nosotros abrimos los ojos pensando en lo que nos encontraremos dentro de esos años, imaginando el despliegue de aromas terciarios según el productor, con ilusión.
¿Y el corcho?.¿Qué hay del penoso corcho que se usa en Alemania?. Corchos de mala calidad, de diferentes procedencias, tamaños rácanos y tacaños, provocando la salida del elixir o la contaminación por deterioro del líquido en su interior.
¿Se imaginan un vino de la lista inicial con un corcho natural más corto que el cipote de un canario (del pájaro amarillo quiero decir) y de peor calidad que la de un vino que cueste 100 veces menos?. Si no ocurren más desastres con las botellas con años es porque la diva es grande, a pesar de la tozudez y cabezonería de los productores. ¿ O es que en Alemania desconfían de la evolución en positivo de su uva magna?. No me lo explico pero ahí está y recientemente en Vadebacus nos lo encontramos.
Reliquias a catar:
Dr.Bürklin Wolf Kirchenstück Auslese 1971
Egon Müller Scharzhofberger Spätlese 1979
Maximin Grünhaus Spätlese Abtsberg 1989
Fritz Haag Juffer Sonnenuhr Auslese 1990
Todo preparado y dispuesto, decantación o aireación al milímetro, asesorados de primera mano, conocedores y amigos no nos faltan por suerte. Y la pasta para pagarlos tampoco. ¡Qué experiencia para nosotros catar y disfrutar semejantes vinos!.
Dr.Bürklin Wolf Kirchenstück Auslese 1971, el corcho se desintegró al intentar sacarlo, 38 años son más de los que algún miembro de nuestro grupo ha llegado a coleccionar a lo largo del tiempo. Loteria. El vino no llegó a contaminarse en la operación descorche y nosotros lo disfrutamos enormemente, casi el que más:
Color caramelo anaranjado. Aromas medicinales y herbáceos, cera de abeja. Pegamento que proviene del mineral basáltico, barnices rancios y café con leche o caramelo quemado y pasas. Boca oleosa con un brutal final acidoamargo que te transporta al séptimo cielo. Maravilloso.
Color caramelo anaranjado. Aromas medicinales y herbáceos, cera de abeja. Pegamento que proviene del mineral basáltico, barnices rancios y café con leche o caramelo quemado y pasas. Boca oleosa con un brutal final acidoamargo que te transporta al séptimo cielo. Maravilloso.
Egon Müller Scharzhofberger Spätlese 1979
El corcho negruzco y medio podrido por su parte central y externa. Tufos desagradables que contaminan el líquido interior. Además el corcho es enano, eso sí, todo llenito de los iconos marca de la casa. Color dorado poco brillante, aromas tostados y sucios, es obvio que se ha visto perjudicado por el calamitoso tapón. Los más osados lo llegan a probar pero es mejor no reproducir los gestos por imposibilidad descriptora del que aquí escribe. A los leones.
Maximin Grunhäuser Spätlese Abstberg 1989:
Este solo tenía 20 añitos. Corcho a priori en buenas condiciones dentro de la racanería habitual (square head* made in Deutschland).
Corchazo, CORCHAZO. Humedades y desesperación general tras el fiasco del más grande, a pesar del del Palatinado. Alguno se quiere engañar diciendo que son aromas que desaparecen pero nanai, eso no se va, presente en nariz y en boca. Dos de tres.
Corchazo, CORCHAZO. Humedades y desesperación general tras el fiasco del más grande, a pesar del del Palatinado. Alguno se quiere engañar diciendo que son aromas que desaparecen pero nanai, eso no se va, presente en nariz y en boca. Dos de tres.
Fritz Haag Juffer Sonnenuhr Auslese 1990:
El corcho permanece en nuestros pensamientos y las comparaciones con otros productores que SÍ apuestan por la calidad de sus corchos es inevitable. Que alguien me lo explique sin decir: es que son alemanes. Estos hechos no son aislados y la calidad de la uva no justifica la dejadez de los que venden sus productos a precio de oro.